Para comprender la tradición tántrica de cachemir, que me transmitió la Yoguini Lalita Devî en 1975, es necesario remontarse a las fuentes y a la civilización del valle del Indo, que se desarrolló entre 2700 y 1700 años antes de nuestra era.
Esta cultura shivaíta procedente de una tradición matriarcal emigró a Cachemira hace unos 2000 años. Ha sido transmitida principalmente por las yoguinis con un estilo directo e iconoclasta, libre de todo orden religioso o político. Esta transmisión en un largo cara a cara ha tenido siempre fama de ser no-gradual. Sus efectos de deconstrucción son intensos, el des condicionamiento fulgurante, y su forma poética, simbólica y densa está reservada a quienes ignoran el miedo y están preparados para enfrentarse a sus "demonios" que emergen del ego.
LAS VÍAS SPANDA Y PRATYABHIJNA DEL TANTRISMO SHIVAITA DE CACHEMIR
La vía Spanda o vía de la vibración afirma que todo en el cosmos es a la vez vibración y conciencia. No hay división entre lo humano, lo vegetal, lo mineral y lo animal. La vía Pratyabhijna, que es complementaria de la Spanda, habla del "reconocimiento espontáneo del Ser", una implica la otra. El yogui que practica estas dos vías siente una expansión del cuerpo que se une al cosmos, es lo que llamamos, la iluminación.
LA VIA KAULA DE MATSYENDRANATH
La via Kaula (la unión de Shiva y Shakti), o la vía de la Shakti, se basa en el Kaulajnananirnaya Tantra. Eminentemente femenina, está vinculada a la transmisión de las Yoguinis. Originaria de Assam, fue llevada a Cachemira por el Mahasiddha Matsyendranath y su compañera Konkanamba en los siglos VIII o IX. Este texto contiene unas cincuenta prácticas de visualizaciónes preciosas que van a inducir sensaciones corporales de expansión e integración del espacio a nivel mental, físico y emocional.