Desde hace algún tiempo un sinfín de profesores que dicen seguir mis enseñanzas, transmiten el yoga del tacto, Tandava, el yoga de las emociones, las visualizaciones de Matsyendranath y la Vía Spanda sin haberlos dominado ni profundizado. Esta es la tendencia contemporánea en el negocio de la espiritualidad. La mayoría de ellos no son mis alumnos o sólo han asistido un fin de semana o dos. Son impostores que profanan la vía. Y luego están, afortunadamente, los que respetan la tradición y llevan muchos años en la práctica. Estos no son los que pretenden enseñar. Saben que es necesario dominar todos los elementos de la vía, la filosofía, las prácticas. Tandava no se puede improvisar más que el Tai chi. Diez buenos años de práctica cuando se está dotado. Después, el conocimiento se sella con una experiencia mística. Sólo entonces se puede dar permiso para enseñar. Mis verdaderos alumnos lo saben.
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Ni siquiera se les ocurriría preguntar. Sólo a ellos les di permiso para practicar Tandava en la sangha sin pretender enseñar. Practican juntos por la belleza de la danza mística.
Nunca olvideis la palabra "mística", no es una danza hippie como pude leer en un sitio sino la práctica física fundamental de nuestro yoga cuya tradición se remonta a unos cuantos milenios. La práctica comienza cuando el practicante deja de "hacer" y ofrece su cuerpo a la danza. ¡Bendito sea el que es bailado!
Rindo homenaje a los que respetan la vía. Practiqué las enseñanzas de Lalita Devi durante 25 años antes de transmitirlas, así que ¡ánimo y paciencia amigos!
LA LOCA SABIDURIA DE LA YOGUINI
Ediciones La Llave
Nuevo libro de Daniel Odier : "Las Puertas de la Alegría, 19 meditaciones para una vida auténtica", Editorial Luciernaga 2014